sábado, septiembre 02, 2006

Letargo.

Ahora se despierta de su letargo. como loca de desesperación, a media noche cuando a pasado mucho tiempo desde sus ultimas caricias.
Ellos fueron los únicos capaces de comprender el motivo de su soledad y desolación. Buscó sus caricias, caricias que la hiciesen estremecer, pero no encontró nada. Llego a descubrir que mientras mas tiempo pasaba mas se acordaba de él y sus particulares caricias. Pero creía poder soportar el dolor del recuerdo.

Paso tanto tiempo hundida en aquel abismo de lamentos e inconsciencias que sus fantasmas imaginarios creados por el recuerdo dejaron de encontrar un lugar a su lado para que ella se lamentara, perdiendo así todo contacto con la realidad y lo imaginario. Quedando a un paso de ambas cosas, pero igual de perturbada que cuando despertó de su letargo.
Pronto ella moriría pero seria ahora al final de su vida cuando comprendería que debía de desaparecer aquella idea de recuperarlo, fue entonces cuando desapareció el miedo que la atormentó desde aquel letargo.

Pensaba en sus imaginarios y sentimentales fantasmas que tanto la hicieron enfermar de sentimiento. Estaba lucida pero era tarde había desaprovechado media vida.
Era el momento, no sentía nada, ni temores ni nostalgia, en ningún momento de su merecida muerte tras tanto quebranto, no llego a preguntarse que habría sido de él.
Mientras ella esperaba en su cama el final de tanto malestar , allí estaban sus fantasmas que le fueron fieles y le hicieron compañía hasta en la muerte.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los fantasmas y los temores siempre, donde quiera que vayamos, nos acompañan, porque ellos, y sólo ellos,consiguen romper el mundo de cristal que a veces nos creamos para buscar la realidad que de verdad nos pertenece.
Lástima que a veces, gastemos media vida en encontrarla!

Anónimo dijo...

ya e yegaaaaaaaaaaooo en Catalonia... :) hehehe!!!

un kiisss!!!